Pozos canadienses en arquitectura bioclimática

El pozo canadiense es una técnica de climatización utilizada frecuentemente en proyectos de arquitectura bioclimática, que permite aprovechar la energía del subsuelo sin apenas necesidad de energía externa. Este sistema, considerado como geotermia de baja temperatura, es una tecnología ecológica, eficiente y sostenible. Su funcionamiento es sencillo: el pozo canadiense o provenzal se basa en una red de tuberías a baja profundidad (entre dos y cinco metros) por las que circula el aire. A medida que el aire circula por los conductos, ajusta su temperatura a la del terreno, para luego ser distribuido por la vivienda. Este aire puede recibir aporte térmico adicional para alcanzar las condiciones óptimas de confort, si es necesario. En invierno, el aire en las tuberías enterradas está más caliente que el aire exterior, lo que permite reducir o eliminar el uso de la calefacción. En verano, el proceso es inverso, ya que el aire cede calor al terreno y llega a la vivienda con algunos grados menos. Este sistema permite un intercambio de calor sin consumo eléctrico, reduciendo significativamente la demanda energética de la vivienda.

Esto es posible gracias al comportamiento térmico estable del terreno durante todo el año, con temperaturas medias que oscilan entre los 10ºC en marzo y los 20ºC en septiembre. Los componentes de una instalación de pozo canadiense son:

• Punto de captación de aire: Esta toma de aire debe situarse a cierta altura para evitar la captación de aire contaminado, como el gas radón. La entrada de aire debe estar protegida contra insectos y otros animales.
• Filtros: Se añaden filtros para purificar el aire y evitar la entrada de polvo y suciedad en el interior.
• Intercambiador de calor: Los conductos deben tener una longitud entre 10 y 100 metros y diámetros entre 200 y 630 milímetros. El intercambiador de calor suele rodear la vivienda.
• Pozo de drenaje: El agua condensada se dirige a un pozo de drenaje donde se elimina del circuito.
• Impulsor o circulador de aire: El aire necesita un elemento que lo impulse y haga circular. Esto puede realizarse mediante medios mecánicos o elementos pasivos como chimeneas solares.

Aunque la tecnología es la misma, la denominación varía: si la instalación está pensada para refrescar la vivienda en verano, se llama pozo provenzal (por su origen en la Provenza, Francia). Si se busca precalentar el aire en invierno, se denomina pozo canadiense, por ser una técnica originaria de Canadá. En cualquier caso, una instalación de este tipo sirve tanto para aportar calor en invierno como para refrescar la vivienda en verano, siempre y cuando el suelo reúna las condiciones adecuadas. Es recomendable realizar un estudio adecuado para conocer la clasificación del suelo según su conductividad térmica. Los suelos rocosos, arenosos o secos transmiten peor el calor y pueden condicionar la viabilidad de estos sistemas.

La climatización de una vivienda mediante pozos canadienses ofrece varias ventajas sobre otros sistemas, especialmente en proyectos de arquitectura ecológica o sostenible:

• Es un sistema renovable, eficiente y sostenible, respetuoso con el medio ambiente.
• Tiene un consumo mínimo de energía.
• Proporciona un elevado nivel de confort térmico.
• Mejora la calidad del aire interior.
• Es altamente eficiente energéticamente, especialmente en combinación con sistemas de ventilación mecánica con recuperador de calor.
• Reduce la demanda energética de la vivienda.
• Su mantenimiento es sencillo, aunque se recomienda realizar revisiones rutinarias.